¡Bienvenidos a mi blog!
A partir de ahora dedicaré estos posts a resaltar y comentar prácticas que ojalá puedan ayudaros a la hora de publicar en inglés y comprender mejor el proceso de comunicación con las revistas científicas extranjeras.
Hoy vamos a hablar de los principales errores que se cometen cuando se intenta mandar un artículo por primera vez a una revista internacional de habla anglosajona.
1. Estilo de la redacción: frases demasiado largas.
Una de las diferencias claves entre el estilo de la redacción en español y en inglés es que en español hay un claro predominio por frases extremadamente largas, muy elaboradas, hasta caer en la redundancia. Este estilo de redacción no suele caer bien a las revistas científicas anglosajonas en los que se prefiere un texto más limpio y conciso.
CONSEJO: si se puede decir con menos palabras...¡mejor!
2. Falta de cohesión
El título debe reflejar de forma concisa el tipo de estudio y su objetivo y/o resultado principal. El abstracto debe ser un reflejo fiel de todo el manuscrito, la introducción debe resaltar la necesidad del estudio y su contexto para fluir hacia los objetivos del estudio. Los objetivos del estudio dictan la metodología y la presentación de los resultados. La discusión es el alma mater del manuscrito (ver siguiente punto) y las conclusiones representan el punto final de cohesión.
CONSEJO: planifica bien el estudio y cómo lo vas a redactar.
3. Una discusión pobre
La discusión es una de las piezas claves del artículo, sin embargo, frecuentemente es lo que se deja para el final y no se le presta en ocasiones la atención que merece. De entrada, algunos de los errores habituales que se cometen consisten en: a) usar la discusión para repetir los resultados ya presentados, b) no contrastar los resultados con la literatura científica existente (¡ojo! contrastar = mirada crítica, no sólo enumerar estudios), c) obviar las limitaciones del estudio y sus implicaciones (ver punto 5).
CONSEJO: dedica tiempo a la discusión, debe ser uno de los puntos fuertes del artículo.
4. Referencias desactualizadas y/o incompletas
Uno de los fallos comunes consiste en no incluir referencias claves y actuales (es decir, de los últimos 5 años) sobre el tema de estudio. O bien, tal vez se incluyen muchas referencias de artículos en español pero apenas se referencian estudios claves en inglés. Hay que recordar que si la revista es anglosajona, la mayoría de los lectores jamás va a acceder a esos estudios en español. Además, en las referencias siempre recomiendo hacer un guiño hacia la revista a la que se desea enviar el manuscrito, incluyendo un artículo de su propia cosecha, si es posible. Por último, es muy común que durante el proceso de edición nos dejemos alguna referencia sin citarla en el texto o viceversa, referencias citadas en el texto, pero que no aparecen en la lista final. Por supuesto, las referencias deben seguir el formato que dicta la revista.
CONSEJO: revisar siempre las referencias una por una, aunque hayas usado un software específico.
5. No resaltar los hallazgos novedosos del estudio ni su implicación real
Has hecho un gran estudio, pero si no contestas la famosa pregunta de ¿y qué? realmente poco importa al editor. Esto es algo que debe ser enfatizado sutilmente o no tan sutilmente en varias ocasiones a lo largo del manuscrito y es uno de los puntos principales a cubrir en la carta al editor o cover letter. En la introducción se debe dejar clara la necesidad de realizar el estudio. Posteriormente, en la discusión debemos resaltar algún hallazgo que se pueda considerar novedoso o que contribuya significativamente al conocimiento actual. Incluso, en la discusión y en las conclusiones es importante tocar la transcendencia de los hallazgos a nivel práctico. Es decir ¿cómo afecta esto a la práctica clínica con los pacientes? ¿tal vez sea necesario cambiar protocolos actuales?, o bien, ¿será necesario cambiar los planes educativos actuales para cubrir x o y? etc.
CONSEJO: ponte en el lugar del editor y asegúrate de que el manuscrito sea capaz de resaltar estos puntos.
Bueno, espero esta primera entrada os haya sido útil. Obviamente hay un punto importante que me he saltado, y es asegurar una buena traducción y/o revisión por ingleses nativos, ya que si el inglés es malo, todo lo anterior será difícilmente alcanzable. ¿Qué os parece? ¿Cuáles son los principales errores que habéis cometido al intentar publicar?
Nos vemos la semana que viene para hablar de más anécdotas del mundo de la traducción científica.